Hoy sí sé que quiero.
Ni diario ni pensamientos, simplemente plasmo como la experiencia me da a entender la vida. Aspirando a los clichés del amor, a cambiar el mundo, a ser mejor. Eso y la fiesta por dentro.
lunes, 12 de julio de 2010
Hoy no me siento así.
"Exhausto, cansado y harto por dentro. Fatigado de la vida misma. Quiero un cambio, quiero algo pero no sé que es ese algo que quiero". Yo
domingo, 11 de julio de 2010
Aviso
Cansado de escribir bobadas de amor y adoloridas penas latinas. ¿De qué murieron los quemados? Hay veces que me detesto. Aviso. Se cerrará o suspenderá este blog próximamente. Es muy probable. Saludos,
Tony
Encantadora vida
¿Por qué no puede uno ser feliz con esa persona tan encantadora? Tal vez está lejos, tal vez no está, tal vez no es la persona, hay muchos tal vez que nos atan al pasado, a los recuerdos, a las ataduras que no volverán, pero que siguen ahí.
Ahora, cuando ya ha pasado el tiempo, me pregunto el porqué de tantas cosas, ya las acepto y a pesar de ello me invade la melancolía. Ella no está, no es mía, no me pertenece. Sigue siendo una niña. Una niña linda por dentro, con esa luz que nos hace tan parecidos.
Me preguntarán por qué escribo esto. No lo sé. No tengo idea, escribo porque tengo ganas, porque hace tanto no lo hago, porque nadie lee, porque casi puedo ser yo. Casi.
Miedo a la verdad. Cobardía. Sí. No es tan fácil romper los recuerdos, creo que no deben romperse, deben añorarse como lo que son, sólo recuerdos.
Viviendo en el pasado. Hay veces en que las malditas palabras, acciones, hechos, no logro poner en mi cabeza. No tienen cabida, no prosperan. Datos inútiles que no pueden encajar, que entran como zapatos mal calzados, a la fuerza.
Hablando de nada y de todo. Es tiempo de que me olvide de ello. De tantas cosas, de poner los pies en la tierra. Los tiempos cambian. Las personas vienen, van, regresan, se alejan. Las cosas nunca jamás serán lo mismo. Nunca y, a pesar de eso, continuamos con nuestra vida. Más por inercia que por gusto.
¿Invitarla a salir? Nunca. La lejanía y los años me han hecho ser creído y egoista. No era así. Les digo. Escriben las manos de un extraño que mezcla mis recuerdos.
¿Cuándo será el día, cuándo?
Viviendo del futuro. Se han acabado esos días. Mundos pequeños, familiares, llenos de costumbre y nada menos que nada. Ahora todo es incierto, todo. Los días, los meses, los porvenires. Todo. Miro atrás y parece que nada ha cambiado. Tengo miedo a la soledad y al destino, al tiempo y al amor. Al amor más que nada. Ya no soy el de antes, más cobarde, más sincero, más cuidadoso. Alguien lo leerá, algún día.
P.D. No hablo de la innombrable que vive a una cuadra.
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