lunes, 9 de febrero de 2009

Muy temprano un lunes de madrugada


Es difícil despertar antes que el güero, no cabe duda, y lo más difícil es saber que se tiene algo importante que hacer, entre otras cosas, y desde la cama tomar la decisión de lo que haremos.

Ir a la escuela, a estudiar, bañarse, continuar con los proyectos de la tesis...Ir de compras ya no es una opción, poco a poco el bolsillo empieza a resentir la dolorosa disminución del peso en la bolsa y en los bolsillos.

En fin, como ha estado el frío últimamente, prefiero quedarme en casa y adelantar los deberes. Eso o saber que debo de prepararme para el trabajo, bañarme y rasurarme, que flojera. Pero una beca no se consigue sola, ¿o sí?

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