Descubrí que el amor no lo puede todo.
El amor plasmado en los poemas son sólo la verdad de un profundo sueño,
pero un sueño al fin.
Ingenuo de mi, toda mi vida creí que el amor era el motor del mundo,
y ahora se que simplemente son chispas que alegran y de vez en cuando,
le dan un plus a la vida.
Cómo pude creer que lo podía todo.
Un soñador, eso es lo que soy, corrigiendo,
lo que era. Haber topado con un muro de aromas,
de recuerdos, con sabor a ella, a su sexo, y a un rudo despertar.
Impactarse de frente con una muralla que es infinita a cada uno de sus extremos,
y tan alta como el cielo.
Es un dolor que fluye tan dulce y tranquiliza,
que termino aceptándolo más rápido que si hubiera sido traición o muerte.
El amor mueve montañas, sí, pero viene en envases pequeños.
Un fuego que consume sin ardor, bellamente destructivo es el amor,
creada a imagen y semejanza de las diosas, igual de temible que ellas.
Un mal que abrazas con placer.
Un mal necesario.
El hombre puede intentar saber como es la mujer,
y nunca lo logrará, excepciones habrá,
pero la mujer sabe como es el hombre, siempre.
Temible.
Durmiendo con el enemigo.
Resposida se Silvia colmenero
....descubrir que el amor no lo puede todo, que viene en envases pequeños, que es ta sólo la verdad de un profundo sueño...
en veces he gritado fuerte, reclamándole a la vida semejante revelación; he llorado bajo y pisado fondo, he perdido el rumbo al ver la última fuerza de mi nombre caer al precipicio...cuando el amor no lo puede todo. Entonces uno se queda ahí, vièndolo caer, al amor vencido, para luego regresar a casa y verter desde una taza de café, una copa o un tarro, la desdicha en los labios.... para olvidarlo todo. Y la noche es la pesadilla ingrata del recuerdo, y la memoria atando cabos y uno comprendiendo todo.
...ya es un nuevo día, el sol se ecuentra donde siempre a pesar de las tenúes nubes, las aves trinan para sí solamente. El amanecer no fue epístola para el desdichado, ni son las flores la esperanza última. No. La vida es igual que ayer... y sin embargo ha nacido una fuerza, una que sólo es al interior. El amor no lo puede todo, ha caído al precipicio, ha sido vencido, y a pesar de todo, uno sigue aquí... El amor no lo puede todo, pero el hombre siempre puede amar... y esa posibilidad eterna, nos hace aun más fuertes que el amor, capaces de todo, invencibles ante todo a excepción de la muerte...
La vida es igual que ayer, y el amor va de caída, hacia la nada... y entonces uno sigue caminando, sereno, confiado en que pronto, esa caida eterna del amor al precipicio que recordamos ahora, será una caída sentida de golpe, un nuevo puño al corazón, una nueva fragancia, otro sexo, que será en sí mismo, el amor al que uno encontró indefenso y derrotado... más no habrá rencor... el alama curtida de vida estará preparada para entrar en la lucha de nuevo, e incluso, para ver al amor, derrotado de nuevo y seguir caminando cuando el día sea igual que siempre.
Animo! El amor nunca es más fuerte que uno mismo.
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