Pocas cosas sé, poco de la vida y casi nada de la muerte, conozco la culpa y la dicha, la trizteza y la soledad, reconozco una caricia y la felicidad, pero muy poco conozco de mí.
No entiendo de leyes ni de economía, no comprendo el cálculo y me confunde Platón, de perdida conozco un piso rectificado, y a lo mucho, que una cenefa es decoración, tampoco sé de transistores con nodulos electropositivos y no me mires cuando hables de teoría literaria, que de eso un don nadie soy.
Pero de escritura y poesía, sentimientos y emociones... menos, menos que otra cosa. La redacción y yo estamos peleados de muerte, la gramática apenas sabe que existo y la ortografía me habla por obligación.
No se de escultura ni pintura y de carnicero ni una doy, no se que es un límite o un vector, pero no me importa, porque mucho menos sé quien soy yo.
No entiendo de leyes ni de economía, no comprendo el cálculo y me confunde Platón, de perdida conozco un piso rectificado, y a lo mucho, que una cenefa es decoración, tampoco sé de transistores con nodulos electropositivos y no me mires cuando hables de teoría literaria, que de eso un don nadie soy.
Pero de escritura y poesía, sentimientos y emociones... menos, menos que otra cosa. La redacción y yo estamos peleados de muerte, la gramática apenas sabe que existo y la ortografía me habla por obligación.
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